divendres, 18 de març del 2016

"La Lupa: UE Llagostera". Article de Juan Postigo a @Blanquivioletas

La Lupa: UE Llagostera

Análisis del próximo rival del Real Valladolid


Querol, en pleno partido  || Foto: LFP
Querol, en pleno partido || Foto: LFP
Trece partidos, trece finales. Sí, quizá sea demasiado pronto para tirar del manido tópico de los partidos en los que un equipo se juega la temporada, pero lo cierto es que el Real Valladolid va viendo cómo pasan las jornadas y todavía no ha estado ni una sola en puestos de play off.
La necesidad es acuciante y ni siquiera una balsámica victoria a base de cuatro goles la semana pasada sirve para alcanzar el objetivo, ni apenas para rozarlo. Y desde luego la ocasión esta vez sí que la pintan calva.
Después de una dosis de adrenalina en el Tartiere, el Pucela tiene la oportunidad de poner las cosas en su sitio en casa, ante su afición, frente a un contrincante a priori asequible, al menos según dicta la clasificación. Delante espera un Llagostera que también tiene objetivos que cumplir, por lo que la cita ya se ha convertido en un choque de necesidades.

De mal en peor

Y es que el conjunto catalán no llega precisamente como para tirar cohetes a Zorrilla. Vigésimo primero en la tabla, con tan solo veinticinco puntos en veintinueve jornadas y a cinco de la salvación, el escenario no es alentador para un equipo que esta temporada aspiraba a consolidarse en la categoría, después de un año en el que rozó milagrosamente el play off tras el ascenso de Segunda B.
Pero eso ya es agua pasada. En la actualidad lo cierto es que el Llagostera llega con problemas, pese a haber arrollado la semana pasada en casa al Mallorca por un contundente 3-0. Al final la clasificación es lo importante, y esta dicta que el equipo está todavía en alerta roja y lejos de la salvación. La economía no permite milagros, y lo cierto es que la plantilla es de esas que tira más de unidad y garra que de calidad para lograr sus objetivos.
Más allá de la testiculina que puedan echar los de Oriol Alsina, quien consiguiera el último ascenso antes de pasar al puesto de secretario deportivo y después regresar al de entrenador, las armas con las que cuenta el equipo catalán no son demasiadas. Los números, con siete victorias en veintinueve jornadas, ya ponen las cosas peliagudas, pero es que además ninguna de estas ha sido a domicilio.
De hecho, ver los datos del Llagostera como visitante es para echarse a llorar. Quince choques, dos empates y trece derrotas, merced de siete goles a favor y treinta en contra. Detalles que le sitúan como el peor visitante de toda la Segunda División, sin duda algo que el Real Valladolid debe hacer valer este sábado. La necesidad de los catalanes por llevar desde la décima jornada en descenso no debe poder con la del Pucela, en busca de los puestos de play off.

Poco que ofrecer

Pitu, celebrando un gol || Foto: Ara
Pitu, celebrando un gol || Foto: Ara
Pero más allá de la complicada situación del Llagostera, que a priori parece tenerlo todo en contra -tampoco ha ganado nunca en Zorrilla-, alguno se preguntará cómo juega el equipo de Alsina. Como cabría esperarse, la táctica desplegada sobre el verde de Palamós no está siendo precisamente vistosa en la presente temporada y dista bastante de serlo.
En esencia, el Llagostera cuenta con cuatro baluartes fundamentales que salvan al equipo de estar en plena caída, que no son otros que Juanjo Expósito, David Querol, Pitu y Jesús Imaz.
Entre los cuatro suman dieciocho de los veintiséis goles en Liga de todo el vestuario, cinco cada uno en el caso de los dos primeros y cuatro en el de los dos segundos. Una estrategia basada en el aguante y contraataque que, bien hay que decirlo, podría hacer mucho daño al Real Valladolid si fuera incapaz de gestionar adecuadamente a su rival.
Bien cabe resaltar que la última goleada frente al Mallorca ha servido para resucitar esperanzas, pero tener al Valladolid enfrente, y encima a domicilio, se trata de otro nivel. Pitu está siendo uno de los faros que guían al equipo en el centro del campo, con algo más allá de sus goles, y lo cierto es que el Pucela ya tiene a quien atar en corto. Y es que no valen más tropiezos, no más en Zorrilla. La afición, y sobre todo el play off, no pueden esperar más.
Curiosidad del rival de esta jornada: Puede que ahora mismo el Llagostera no viva su mejor época clasificatoria, pero al menos el club puede sacar pecho de haber ascendido hasta en seis ocasiones en las últimas once temporadas. Y es que en la lejana 2004/2005 pululaba por los campos de la Segunda División territorial catalana, seis categorías por debajo de Segunda División. Sin duda, un mérito a tener en cuenta.

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