Article de l'AS
Bouzon y Rayco habían sentenciado el cruce en el 49', no llegó la reacción para el penúltimo equipo de la clasificación.
En Tarragona reinó la calma y el Nàstic logró su redención. El
conjunto grana fue muy superior a un Llagostera que acusó en exceso la
tarjeta roja que vio Escassi en el minuto 30 y apenas presentó batalla.
Bouzón hizo el 1-0 antes de la expulsión y Rayco sentenció el encuentro
en el 48’. Los grana vuelven a situarse en puestos de playoff de ascenso
y los azulgrana seguirán una semana más en la cola de la tabla.
El ambiente que se respiraba en el Nou Estadi pareció dar alas a un
Nàstic que colgó del palo al Llagostera y quería demostrarle que su
orgullo grana estaba en juego. Eso sí, las primeras ocasiones estuvieron
cargadas de demasiado corazón y poca cabeza, de ahí que René apenas se
tuviera que inquietar. Tras unos minutos de claro dominio tarraconense,
el conjunto de Oriol Alsina quiso dar qué hablar. El problema es que fue
demasiado tarde porque en una acción de estrategia, el Nàstic logró el
1-0. Centró Tejera, Rocha recogió un balón muerto en el área, tiró al
larguero y el rechace lo aprovechó un Iago Bouzón que demostró más
hambre que nadie. Su decisión tuvo premio y empujó el balón con la
cabeza. Tras el tanto, el balón le quemaba a los jugadores del
Llagostera y el Nàstic aprovechó para ponerle una marcha más al
encuentro. Tejera y Rocha eran omnipresentes y Emaná le ponía calidad a
cada acción.
El Llagostera apenas aparecía, la primera se le estaba haciendo infinita y aún se le hizo más cuando Escassi puso cemento en las botas de sus compañeros. Ya tenía una amarilla, cayó en la trampa, atizó a Tejera cuando este no tenía el balón y el árbitro no dudó en expulsarle. A Oriol Alsina no le quedó más remedio que mover ficha porque el vendaval grana era cada vez más intenso y Chumbi fue el damnificado. Pitu entró en escena y se logró taponar algo más las acometidas grana, pero Juanjo fue una isla. En el 43’, pudo empatar pero a su cabezazo no le dio la dirección correcta. No tiraron a puerta en la primera parte.
Tras el descanso, el Nàstic salió dispuesto a sentenciar el encuentro y tras el aviso de Álex López, Rayco hizo el 2-0. Los abrazos se los llevó Emaná porque firmó una gran acción y le regaló el tanto. La losa fue demasiado pesada para un Llagostera al que ya no le quedaban fuerzas para atacar.
Los de Vicente Moreno dejaron pasar los minutos y solo algunas acciones fuera de tono hicieron que ambos equipos se metieran en el partido. El Nàstic pudo hacer algún gol más pero la venganza ya estaba servida.
Publicidad
El Llagostera apenas aparecía, la primera se le estaba haciendo infinita y aún se le hizo más cuando Escassi puso cemento en las botas de sus compañeros. Ya tenía una amarilla, cayó en la trampa, atizó a Tejera cuando este no tenía el balón y el árbitro no dudó en expulsarle. A Oriol Alsina no le quedó más remedio que mover ficha porque el vendaval grana era cada vez más intenso y Chumbi fue el damnificado. Pitu entró en escena y se logró taponar algo más las acometidas grana, pero Juanjo fue una isla. En el 43’, pudo empatar pero a su cabezazo no le dio la dirección correcta. No tiraron a puerta en la primera parte.
Tras el descanso, el Nàstic salió dispuesto a sentenciar el encuentro y tras el aviso de Álex López, Rayco hizo el 2-0. Los abrazos se los llevó Emaná porque firmó una gran acción y le regaló el tanto. La losa fue demasiado pesada para un Llagostera al que ya no le quedaban fuerzas para atacar.
Los de Vicente Moreno dejaron pasar los minutos y solo algunas acciones fuera de tono hicieron que ambos equipos se metieran en el partido. El Nàstic pudo hacer algún gol más pero la venganza ya estaba servida.
Cap comentari :
Publica un comentari a l'entrada
Escriu aqui