dilluns, 19 d’octubre del 2015

El Pucela certifica su impotencia ante el Llagostera

Article del "Norte de Castilla"

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Manu del Moral intenta zafarse de la presión de un rival del Llagostera.
  • Pierde 3-1 en Palamós aunque el empate a un gol provocado por Del Moral mantuvo la esperanza de remontada durante casi toda la segunda parte

No hubo sorpresa y el Real Valladolid revalidó su condición de alma en pena por la Segunda División al caer por 3-1 en Palamós frente al Llagostera. Las malas sensaciones no tardaron en manifestarse, ya que antes de que se cumpliera el minuto 2, Juanjo marcó el 1-0 desde el centro del área pucelana, al parar con el pecho un balón que sacó de banda Samu de los Reyes y lo lanzó al fondo de la red sin que los centrales fueran capaces siquiera de molestarle un poco.
El Real Valladolid no se amilanó y pareció reponerse, superando en posesión al equipo local y creando algunas ocasiones. También provocó que el juego se desarrollara fundamentalmente en el campo del LLagostera, lo que no evitó que durante la primera parte menudearan las contras peligrosas locales.
En la segunda parte los de Garitano tomaron las riendas del encuentro y dominaron claramente, buscando dar la vuelta al resultado. A los diez minutos, Manu del Moral, probablemente el mejor del Real Valladolid, puso el balón frente al portero debutante del LLagostera, Ratti. Era difícil discernir si el disparo de Del Moral tenía intención de ser pase o remate. El caso es que el despeje de Ratti rebotó en el central Masso y se convirtió en el gol del empate.
El Real Valladolid, con Villar, Del Moral, Guzmán y Rodri en primera línea, siguieron trenzando jugadas de peligro que a menudo desbarató el sorprendente tercer portero del Llagostera, con paradas muy meritorias. De hecho, el protagonismo de Ratti solo demostraba la agresividad pucelana, que por momentos pareció que concluiría con victoria. Pero solo fue un espejismo.
Garitano, decidido a despejar dudas sobre sus posibilidades de ganar fuera de casa por primera vez en la Liga, intentó refrescar la línea ofensiva y sacó a Diego Rubio por Rodri, a Mojica, en sustitución de Guzmán, y a Tiba, por Timor. Pero el experimento no salió y el Llagostera logró rentabilizar mejor sus cambios. En el minuto 58 Benja había sustituido a Juanjo y, veinte minutos después, logró el gol de la victoria local. Por si fuera poco, a falta de un minuto para finalizar el tiempo reglamentario, cuando el Valladolid se afanaba en buscar la jugada del empate, Juanto marcó el 3-0.
El Valladolid había certificado su cuarta derrota en Liga, su inoperancia fuera del Zorrilla y, probablemente, había propiciado un cambio en la dirección técnica del equipo, una posibilidad con la que la expedición había viajado a tierras gerundenses. Al final, desquiciados, los jugadores del Real Valladolid sumaron incluso nuevas sanciones. Fue el caso de Moyano que, en el minuto 92 vio la tarjeta roja después de acogotar a un jugador local en el suelo tras derribarle. Respondió probablemente a una provocación cuando ya no había hada que hacer. Una situación que ilustra perfectamente la del club tras la cuarta derrota en Liga.

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