Victoria para creérselo
El Llagostera vence con contundencia en Palamós al Mallorca, equipo que marca la salvación, para recortarle puntos y colocarse a cinco, una distancia todavía más que salvable, aunque permanece en una situación bastante delicada
El Palamós-Costa Brava todavía guarda
algunas alegrías. El feudo del Llagostera es el hilo que une al conjunto
blaugrana al milagro de la salvación, y es que hasta 23 de sus 25
puntos se han quedado ahí; buenas cifras, pero que, sin el equilibrio de
la actuación como visitante, no permiten presumir al Llagostera de
tranquilidad.
Aún así, hoy tocaba partido en casa y el
equipo no falló. El Mallorca se fue de tierras catalanas con tres goles
encima unas sensaciones penosas, ya que, además de estar empatado con
el descenso -en concreto con el Almería, que ganó este jornada en Los
Juegos Mediterráneos frente al Girona-, ha visto como los dos peores
clasificados le han sobrepasado en estas últimas jornadas, ya con
Fernando Vázquez al frente -junto a esta derrota está la sufrida en el
Iberostar Estadi hace un mes por 2-3 ante el Bilbao Athletic-. La
confianza se podría ver tocada para el último tramo del curso, algo que
sería muy negativo y le podría condenar al descenso.
En Palamós, el resultado fue más
abultado, aunque también merecido, porque, aunque al comienzo el duelo
estaba parejo, el equipo local fue más incisivo y se llevó los tres
puntos con suma claridad. En los primeros minutos, aún así, la pelota se
repartía y sólo Marcos Tébar, a balón parado, y Acuña, con un disparo lejano, pudieron asustar a los porteros.
Fue dos minutos después de este cuando
el marcador se movió. un pase a la espalda de la defensa bermellona, muy
pasiva, dejó a un jugador local solo ante Wellenreuther, pero el guardameta le ganó la partida, aunque desafortunadamente para él, sus compañeros no estuvieron ágiles y Juanjo golpeó seco el cuero para mandarlo al fondo de las mallas y hacer el primero de sus dos tantos de la tarde.
Tras esto, el Llagostera quiso aguantar
el resultado con uñas y dientes hasta el tiempo de descanso, se replegó
muy bien y no dio opción a su rival de acercarse a las inmediaciones de
René con peligro en casi ninguna ocasión.
En los segundos cuarenta y cinco
minutos, el Llagostera salió con más ganas que la escuadra visitante,
aunque no se tradujo en muchas oportunidades; únicamente Natalio, en el minuto 54, tuvo en sus botas la ocasión de avanzarswe más en el luminoso.
El partido se decantó entonces cuando se cumplía una hora de partido. En el saque de una falta, Pitu
cogió al portero colocando la barrera y coló la pelota por toda la
escuadra sin darle opción alguna. Parecía que el partido ya no se le iba
a escapar, y así fue.
Y dos minutos más tarde, la sentencia. El segundo gol en la cuenta particular del ariete Juanjo Expósito. Samu se proyectó por la banda,
penetró en el área y su centro no lo atrapó bien el arquero alemán del
Mallorca, lo que permitió que el delantero cántabro validase su
condición de hombre de área.
Tras el último tanto, la llegada más clara estuvo en los pies de Chumbi, pero no definió bien delante de la portería y no pudo materializar el cuarto del partido. También lo intentaron Pitu y Ortuño en la recta final, pero sus disparos desee fuera del área no cogieron la dirección adecuada.
Al final, victoria vital para el Llagostera, que sí, se lo cree, el milagro es posible.
Por su parte, el Mallorca debe reaccionar si no se quiere ver abocado
al pozo, pegado a sus talones, llamando a la puerta para adentrarse en
el túnel del terror.
FICHA TÉCNICA:
Arias López, del colegio cántabro.
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